sábado, 4 de enero de 2014

PROHIBIDO







Me metían en la sangre lo prohibido, en  forma de mantras escritos debajo de mis sueños, poco a poco, como una lluvia sempiterna de consejos que provenían de los labios de todas mis mujeres. Me enseñaron a medir mis esperanzas, a delimitar mis sueños, a cortar mis ilusiones en juliana para verterla en esa sopa boba de lo cotidiano. Ser una mujer parecía más un decálogo que un privilegio. Me prometieron certezas. Me ofrecieron protección. Y así mis madres se convirtieron en la mafia de mi alma y mis hermanas en las voces que me señalaban. Tú, eh, tú , no seas tú misma, sé otra, sé más recatada, más dócil, más decente. Sé el miedo de tu padre, la reputación de tu hermano, la moral de tu esposo… arrástrate de nadas, di sí a todo y salvarás tu nombre, aunque no signifique nada, aunque no te pertenezca. No mires tu cuerpo, no lo busques, no lo sientas, no sientas deseo, no tengas fantasías, no te conviertas en una buscona, una viciosa, una pervertida, una puta. Puta, guarra, ramera, zorra, sucia…

Me rompieron la boca, me enfundaron de silencio pero, finalmente, jamás me defendieron. Y clavaron mi voluntad de miedo y noche. 


Pero hay algo por hacer. Morirse, y si es posible, morirse muchas veces.

Luego seguir, aunque te detengan. Seguir, seguir ese impulso, esas ganas, esa vida que late por dentro.

Porque hay algo maravilloso en mi sangre. Algo que adoro. Mi Diosa.

Ella me lo susurraba en canciones, en voz baja, como una brisa pequeña. Baila, canta, ríe, escribe, grita, tiembla. Folla. Me lo suspiraba en esas pausas que da el llanto para respirar, para tomar aire, en esa confusión del dolor, cuando tratas de procesar o buscar una salida a los vacíos, cuando intuyes que hay algo debajo de tu propia piel, esperando, latente. Y llenaba mi cabeza de palabras prohibidas sin saber que hay algo dentro de mí que rebosa. Revienta.

Volar, gritar, reír, pintar, follar, comer…ser YO. Despierta. APASIONADA. Dándole por culo al frío.

No voy a rendirme. Aunque esté prohibido.


(Me parece últimamente tan adecuado este post...)

5 comentarios:

  1. Pues sí, me alegra oirte decir eso; como se decía en otros tiempos por aquí "Resistir es vencer".

    ResponderEliminar
  2. ¡Magnifica entrada que aplaudo! ¡Plas, plas,plas, plas, plas! Efectivamente, Niña Mala, la muy poderosa sexualidad femenina- amén de otras muchas de las potencialidades de las mujeres -se halla tremendamente limitada por esta pesada ideología de la prohibición, de la cual las mismas mujeres son, paradójicamente, el principal vehículo de transmisión.

    Y resulta curioso y aberrante que tal ideología no sea cosa del pasado, sino que continúe ahorita mismo vivita y coleando. Puta, guarra, ramera, zorra, sucia, se siguen utilizando en esta época nuestra de supuesta- ¡Ja, ja, ja, ja! -"libertad".

    Seguirás luchando, Niña Mala. ¡Y disfrutándolo!

    Saludos, reverencias y BESOS.

    ResponderEliminar
  3. Sigues espectacular...

    Me alegro de que encontraras tu yo y lo hicieras prevalecer sobre lo impuesto.

    ¿Conseguiste arrastrar a alguna de tus carceleras dogmáticas hacia la libertad?

    Feliz año!

    http://blogdelmaestroim.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  4. Esa piel q nos pusieron, esas cuerdas con las q ataron nuestra alma, las rompemos y rasgamos dia a dia liberando nuestro ser.
    Sigue rompiendo cadenas, sigue volando, alto muy alto, eres todo aquello que tu desees ser.

    ResponderEliminar
  5. Que daño hace la educación cristiana, y que tenga mas valor lo que puedan decir que lo que sientes.
    Habra, de nuevo, que llenar de pan las tinieblas y sembrar otra vez la esperanza.

    ResponderEliminar

Di lo que quieras, pero recuerda que es mi blog