Me gusta la voz desgarrada de Bessie Smith, esa cadencia
tortuosa que se desploma hacia un vacío insano y continuo. La vida hoy me
parece uno de esos viejos discos de blues, con ese eco desvencijado que evoca
el olor a rancio de locales podridos por el relente del Mississipi, o el sonido
hueco de los tacones de sus putas sobre las tablas y una tristeza subterránea
haciendo temblar las cuerdas vocales de Bessie. Me parece que casi puedo
alcanzar el calor de sus orillas y ahogarme en ese ínfimo oxígeno que destila
la humedad del ambiente.
Hoy casi hemos llegado a los 40º y dicen que va a seguir así toda
la semana. Menos mal que no iba a haber verano. Eso me reafirma en mis
creencias: no creerme nada. Hace quizá demasiado que no leo el periódico ni
escucho las noticias, pero no por eso estoy menos desinformada que cualquiera
que lo haga. La verdad es que el mundo ha dejado de importarme en la misma
medida que yo he dejado de importarle
él. La verdad es que el mundo no
tiene ni puta idea del mundo.
El aire zumba sobre las aspas del ventilador y agita todos
los fantasmas de mi casa. Tú eres uno de ellos. Has pasado por mi cama como un
espectro más de los que vienen a menudo a torturarme , como un sueño soñado por
el ansia de mi coño. Estoy empezando a cansarme de contar las mismas
maravillosas historias. No dejo de preguntarme si hay algo brillante o
metafísico en un grito, en un escalofrío, en una respiración entrecortada.
Quizá solo a veces.
Te sueño para acordarme más de ti, para revivir esa pequeña
felicidad de sentir tus labios en cada una de mis vértebras, te sueño para
volver a tener tus dedos explorando algo aún más íntimo que el misterioso y
flácido fondo de mi sexo. Sé que me observas con la misma curiosidad con que un
niño desmonta las patas de un insecto mientras tocas mi secreto ardor . Este
calor me está volviendo loca. No soy capaz de enfocar, de contar nada
coherente. Al fondo del pasillo mi casera aporrea la puerta de su hijo
treinteañero, le insulta, la muy subnormal le llama hijodeputa, me resultaría
satírico si no fuera tan molesto. Mi maldición es esta mierda de locura ajena
que tengo que tragar a diario, es este rastro de babosa dolorosa, este hedor a
Belcebú, esta manía mía de querer seguir siendo en este jodida casa de tarados.
No, hoy no tengo ganas de contar como follan las diosas. Hoy
hace calor y por más que te busco con mis dedos exprimiendo el zumo de mi sexo,
no encuentro más que una nostalgia de ti y la promesa de reventarme en la boca
como un orgasmo que subiera desde mi coño hasta el centro de mi pecho. Te echo
de menos, la voz rota de Bessie me recuerda que hay que apurar el vaso. La
felicidad es solo la búsqueda de una promesa y el recuerdo de todos aquellos a
quienes hallamos en esa ruta. Te desdibujas en mi memoria como un fragmento más
de esa mínima alegría. El calor me devuelve a la realidad. Esa maldita vieja
cada vez grita más alto.
Cierro los ojos y me follas despacito en el agua fresca de
alguna playa del Báltico. Aprecio la presión de tus dedos dibujando el contorno
de mi culo. Tu polla me parece un pez que explore con cautela la profunda
oscuridad de su gruta. Me alcanza y burbujea dentro de mí. Te adoro. Muerdes
mis pezones con los labios, tu lengua sale y humecta la aureola, los mueves con
la lengua, se aviva tu polla mientras se mueve dentro de mí. Hay un chapoteo
alegre que hace bailar el agua, mi lengua discurre por tus labios y nuestro
abrazo jamás fue tan estrecho. Apretarte es contener la sacudida de mi carne.
Me muevo en torno a ti trazando círculos en torno a tu rabo, el agua favorece
el movimiento. Te siento encabronado y rendido. Me gimes tu orgasmo al oído.
Desaparezco.
El ventilador sigue zumbando con su inmutable mecánica. Por
mis piernas discurre el temblor de mi acuosa mentira. Quizá sea cierto que la
masturbación sea un pecado… de omisión. La vieja se ha callado. Por debajo de
la puerta discurre el calor como un denso charco de sangre.
hierve cada gota de mi invierno, me deleita sentir el tibio aroma de los deseos
ResponderEliminarsi es lo que te provoca lo que lees, me alegro ;)
EliminarSoberbio! Dan ganas de ponerse en pie y aplaudirte. Tu intensidad al escribir siempre me fascina.
ResponderEliminarUn beso, Niña.
Muchas gracias mi querido Tiberyas
EliminarMe encanta de arriba a abajo. A veces leerte es como zambullirse de lleno en una espiral que me atrapa y cambia constantemente de ritmo según tus apetitos. Pero siempre lo encuentro delicioso. Y todas las alusiones al agua las encuentro afortunadamente certeras. Un beso humedo y salado como el mar.
ResponderEliminarEres un encanto Damita, otro beso húmedo para ti (K)
EliminarEn cualquier momento Ned Racine cederá al asedio incontenible de Matty Walker…
ResponderEliminarBesos malos, Niña.
Si...Fuego en el cuerpo
EliminarUmmm el calor! jejeje
ResponderEliminarTeneis un buen blog!
Saludos desde www.malagasensual.blogspot.com
Siempre, siempre me impactas.
ResponderEliminarCacho perra, eres buena, muy buena, siempre te lo he dicho.
Eres la mejor.
Love ya :**
Mmmmm muaaaaa
EliminarCon tanto calor.... es mejor que corra el aire...
ResponderEliminarCon tal de que corra algooooo jejeje
EliminarSublime!!!!!
ResponderEliminarBesos nena
Eyyy cuanto tiempoooo muchos besos guapaaa
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