lunes, 4 de febrero de 2019

MUCHACHA


La solidez de tu carne avanza, inflada, restando junturas a la mía. Parece que mi piel se remangue ante la elasticidad de la tuya. Casi ofende la firmeza con que pisas el suelo que te presto. ¿Acaso debes devorar mis primaveras en el frágil arresto de un invierno?

Bajo el sol, recuerdo que los días se comen a los meses degollando en mi epidermis el tiempo que le faltan a mis huesos para ser olvido.

Goteada en algas y bálsamos marinos, aparentas una sirena ungida en el reino del mar adolescencia con los abriles aleteando, alegres, alrededor de tu frescura. Tu boca es una anémona jugosa que se agita divertida en la grana de tus labios, el plano transversal del agua se arrolla a tu cintura describiendo un mínimo contorno, mientras tus efervescentes pechos resurgen, enhiestos, hirviendo en la voluptuosa naturaleza que los acoge.

Tu arrogancia es un accidente en un océano de nadas, que se pierden tras instantes estancados en la memoria de lo que ha de quedar a las espaldas y, en el fondo, sé que tú vives para que yo muera.

(Me ha apetecido mucho subir este texto tan veraniego en estos días de frío)

3 comentarios:

  1. Visita mi blog porno https://swingerandliberals.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  2. siguiendo la pauta marcada por el comentario del illuminati que me precede, yo te diría :

    >> Visita a un curandero o a una buena meiga, tal vez aún estés a tiempo de salvar algo de lo poco que te queda [y no me refiero a la certidumbre de La Parca].

    Como respondería no recuerdo ahora mismo quién : 'tan solo quién me/te probo lo sabe'.
    ______

    ResponderEliminar

Di lo que quieras, pero recuerda que es mi blog